Comunicado de prensa

Relatora Agnes Callamard expresa su preocupación por situación en los centros penales salvadoreños

05 mayo 2020

En el marco de la emergencia por COVID-19, la Relatora especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Agnes Callamard, expresó su preocupación por la situación de las personas en las prisiones salvadoreñas.

“Ya era alarmante en 2018, con una tasa crítica de hacinamiento y brotes mortales de tuberculosis: tales condiciones son ideales para la contaminación masiva de COVID-19”, expresó en su cuenta de Twitter.

En enero de 2018, cuando la Relatora realizó una visita oficial a El Salvador, el hacinamiento en las cárceles era del 218% en relación con su capacidad de albergar a la población reclusa. De este total, el 67% estaban penados, mientas para el resto sus casos no tenían sentencia definitiva y guardaban prisión preventiva. Además, en dos años, los casos de tuberculosis habían pasado de 724 en 2015 a 1,956 en 2017.

Agnes Callamard agregó que el Estado, cada vez que detiene a una persona es responsable de garantizar su vida e integridad. “La muerte resultante de la denegación de saneamiento, espacio adecuado, ventilación adecuada o atención médica adecuada es una muerte arbitraria de la que es responsable el Estado”, aseguró.

La portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, también emitió un comunicado de prensa sobre la situación de las prisiones en las Américas en el que llamó a realizar investigaciones prontas, exhaustivas e independientes por los incidentes en los centros penitenciarios Los Llanos de Venezuela, Miguel Castro Castro de Perú, La Modelo de Colombia y otros incidentes en centros de detención de Brasil, Colombia, México y Estados Unidos, incluyendo alegaciones de abusos en el uso de la fuerza por parte de agentes estatales”, agregó.

Además, se refirió a las medidas de seguridad en las cárceles salvadoreñas, las que a su juicio podrían “constituir tratos crueles, inhumanos o degradantes y exacerbar aún más las condiciones de higiene ya muy precarias”.

Al respecto, la relatora Agnes Callamard añadió “Los presos en El Salvador corren un alto riesgo de infección por COVID-19 dadas las condiciones de muchos centros de detención y prisiones. Se deben tomar medidas urgentes para evitar la muerte arbitraria bajo custodia”.

Las Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de reclusos, conocidas como “Reglas Nelson Mandela”, establecen que “Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos. Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, contra los cuales se habrá de proteger a todos los reclusos, y no podrá invocarse ninguna circunstancia como justificación en contrario. Se velará en todo momento por la seguridad de los reclusos, el personal, los proveedores de servicios y los visitantes”.

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