Jóvenes apuestan por la bicicleta para fomentar la convivencia en El Salvador
La iniciativa ha sido promovida por los jóvenes de Soyapango, en una comunidad que había sido estigmatizada por la violencia.
Un domingo al mes, las calles de la colonia donde Guillén reside en Soyapango, en la zona central de El Salvador, se convierten en una ciclovía para todas las edades. Allí solo es permitido pedalear, no se permiten carros ni otros vehículos pesados. Es el momento para convivir. Niños, niñas, jóvenes, madres y padres de familia salen de sus casas y en medio de murales coloridos pasan un momento ameno.
“La bicicleta es algo que une a las personas. No importa tu edad o género, todos y todas podemos disfrutar de la bicicleta juntos”, dice Guillén, un joven de 24 años originario del municipio de Soyapango, en la zona central de El Salvador.
Crecer en una comunidad estigmatizada por la violencia ha significado tener que enfrentarse a muchos retos como las fronteras invisibles impuestas por las pandillas y el temor de sufrir violencia que limitaban la libertad de movimiento de la comunidad. La restricción de movilidad por horarios era una práctica habitual que impedía la participación en actividades sociales. Además, Guillén y otros jóvenes enfrentaban constantemente el riesgo de ser reclutados de manera forzosa por las pandillas, lo que les generaba un temor constante.
Según cifras oficiales de 2018, alrededor de 71,500 personas se habían tenido que desplazar internamente en El Salvador a causa de la violencia. A pesar de que la población reporta la mejora de percepción de seguridad en el país como resultado de las políticas públicas, la violencia ha dejado un impacto emocional en las relaciones comunitarias y un estigma asociado a los territorios.
Así, Guillén y otros jóvenes de su barrio trabajan juntos de manera altruista en una asociación juvenil, a través de la cual desarrollan actividades para fomentar la participación de jóvenes, la reactivación de espacios públicos, la convivencia y la integración de toda la comunidad.
“Yo sueño con ver a mi comunidad transformada. Creo que el deporte puede unir a las personas y promover la convivencia pacífica”, dice Guillén, un enamorado de la bicicleta que desea compartir esta pasión.
Con el apoyo del Fondo para la Juventud de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, Guillén y la asociación juvenil a la que pertenece lograron crear una ciclovía donde los vecinos y las vecinas de todas las edades pueden disfrutar y hacer deporte juntos. Además, invitaron a varios emprendedores para que acudieran a vender sus productos, y animaron al vecindario a participar. “Me da gusto ver a los jóvenes tan activos. Al ver a tanta gente participando en las actividades, hasta me he animado a venir con mis ventas”, dice una de las vecinas.
A través de esta iniciativa, este grupo de jóvenes ha logrado transformar las calles donde antes era difícil transitar y sentirse seguro, en un lugar donde la comunidad disfruta, y comparte y que además dinamiza la economía local y la integración comunitaria.
El Fondo de ACNUR para la Juventud ha apoyado en 2022 y 2023 a siete organizaciones juveniles de Soyapango para la puesta en marcha de iniciativas que ellos mismos identifican, implementan y gestionan. Gracias a los conocimientos mejorados que adquirieron sobre organización comunitaria, manejo de recursos y participación, estos comités deciden qué hacer y cómo hacerlo según sus contextos y las necesidades que identifican en sus comunidades, entre estos torneos deportivos, iniciativas de reciclaje, talleres para niños, niñas y jóvenes, emprendimientos, y actividades que promueven la inclusión de las personas mayores, entre otros.
“Creemos en el poder de las personas jóvenes para transformar sus comunidades y para la búsqueda de soluciones al desplazamiento forzado”, explicó Laura Almirall, Representante de ACNUR en El Salvador. “Por eso, les apoyamos para que puedan acceder a oportunidades y contribuir a los esfuerzos para evitar que la violencia se reproduzca”, añadió.
Para compartir su experiencia, en abril de 2023 Guillén participó en el Foro de la Juventud del Consejo Económico y Social de la ONU, ECOSOC, celebrado en Nueva York (Estados Unidos).
“Pude conocer a jóvenes de diferentes partes del mundo que también están trabajando por un futuro mejor en sus comunidades. Compartimos nuestras experiencias y aprendimos unos de otros”, dice Guillén. “Hablé sobre la capacidad que tenemos los jóvenes en El Salvador de transformar nuestra realidad y de la importancia de nuestra participación en las soluciones a problemáticas en nuestras comunidades”, agregó.
Guillén también tuvo la oportunidad de hablar sobre su iniciativa. Para él y sus vecinos, la bicicleta ha sido una herramienta poderosa para promover la convivencia pacífica y la integración en su comunidad.
Tras participar en el ECOSOC, Guillén regresó a su comunidad lleno de energía y motivación. Su experiencia en Nueva York le incentivó a fortalecer el trabajo de su comité en Soyapango que busca de mejorar la vida de las personas en su comunidad. Además, espera que su trabajo y esta experiencia en el extranjero inspire a otros jóvenes a ser los protagonistas de los cambios en sus propias comunidades. Él cree firmemente que el fortalecimiento comunitario favorece la inclusión y la convivencia.
El trabajo del comité juvenil donde participa Guillén en Soyapango es un ejemplo de que el deporte y la convivencia pacífica son posibles, incluso en comunidades estigmatizadas por la violencia. En El Salvador, ACNUR trabaja en estrecha coordinación con instituciones del Gobierno, organizaciones de la sociedad civil y, sobre todo, con las comunidades para proteger a las personas refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas internamente y en riesgo de desplazamiento y retornadas con necesidades de protección. Además, ACNUR trabaja para aumentar la sensibilización sobre los derechos de las personas desplazadas, y promover la inclusión de las personas de comunidades afectadas por la violencia histórica en la búsqueda de soluciones.