Un nuevo informe señala cómo la infraestructura define el clima del planeta
UNOPS, PNUMA y la Universidad de Oxford concluyen que la infraestructura es responsable del 79% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
En un nuevo informe, publicado antes de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), se exigen cambios radicales en la manera en que los Gobiernos planifican, diseñan y gestionan la infraestructura, y se hace hincapié en el rol, que a menudo se pasa por alto, que la infraestructura desempeña en los esfuerzos de mitigación y adaptación al cambio climático. El nuevo informe, “Infraestructura para la acción por el clima”, ha sido elaborado conjuntamente por UNOPS, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Universidad de Oxford.
En el informe se examina detenidamente la influencia de la infraestructura en la acción por el clima en los sectores de la energía, el transporte, el agua, los residuos sólidos, las comunicaciones digitales y los edificios. Las conclusiones señalan que la infraestructura es responsable del 79% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, así como del 88% de los costos totales de adaptación. Por lo tanto, el sector es fundamental a la hora de alcanzar el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el informe se hace un llamado a los Gobiernos para que concedan prioridad a la infraestructura para la acción por el clima. Asimismo, se hace un llamado a la colaboración en la planificación para abordar las emisiones de las que es responsable la infraestructura.
Los autores explican que para enfrentar el cambio climático, los Gobiernos tienen que repensar radicalmente cómo se planifica, diseña y gestiona la infraestructura para que esta sea adecuada para un futuro con bajas emisiones y más resiliente.
En el informe se presentan algunas de las medidas clave que los profesionales pueden adoptar a fin de garantizar que en los proyectos de infraestructura se incorporen medidas de adaptación y mitigación, a la vez que se procura alcanzar la sostenibilidad a largo plazo. Con especial atención a ejemplos a nivel nacional, se destacan proyectos de infraestructura que han contribuido a la consecución de los objetivos nacionales relativos al clima y el desarrollo.
Con motivo de la publicación del nuevo informe, la Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de UNOPS, Grete Faremo, declaró: «Nuestro mundo afronta una crisis climática con cambios sin precedentes, cada vez más intensos y, en algunos casos, irreversibles. Todavía hay tiempo para actuar, pero debemos hacerlo de manera urgente».
«En este informe se hace hincapié en la necesidad de hacer cambios radicales en la forma en que concebimos la infraestructura para frenar los efectos más graves del cambio climático. En definitiva, es fundamental que hagamos lo correcto, ya que las decisiones en materia de infraestructura que tomemos hoy determinarán la calidad de nuestro futuro común». La Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, afirmó: «Al tratar reducir la brecha en materia de infraestructura y mejorar la calidad de vida de las personas en todo el mundo, es esencial invertir en infraestructura sostenible que se adapte a condiciones climáticas inciertas en el futuro, contribuya a la descarbonización de la economía, proteja la biodiversidad y reduzca al mínimo la contaminación. La infraestructura sostenible es la única
manera de garantizar que las personas, la naturaleza y el medio ambiente prosperen en armonía».
El Profesor de Riesgos Climáticos y Ambientales de la Universidad de Oxford, Jim Hall, declaró: «La cuestión principal no es si necesitamos infraestructura, sino cómo puede desarrollarse de forma sostenible, resiliente y compatible con un futuro con cero emisiones netas. No existe una respuesta sencilla a la cuestión de cómo idear infraestructura compatible con el clima. Es preciso que se tomen innumerables decisiones, desde el momento en que se concibe un proyecto de infraestructura hasta la conclusión del mismo, cuando se desmantela o se readapta».