La cocina como agente de superación y reintegración
El Programa conjunto Retorno y reintegración ofrece certificación de conocimientos y gastronomía para personas retornadas o en riesgo de migrar irregularmente.
Hace cuatro años, Yomira regresaba al país luego de haber intentado migrar irregularmente en busca de mejores oportunidades de empleo y de mayor seguridad. Unos días después de salir de El Salvador y dejar a su familia, fue detenida por las autoridades de un país por el que tenía que pasar para llegar a su destino.
El año pasado, 8,481 personas salvadoreñas fueron retornadas de Estados Unidos de América, México y otros países. La gran mayoría decidió cruzar irregularmente las fronteras por factores económicos (62.5%) o por inseguridad (20.4%). Un tercio de las personas que lo intentaron y fueron retornadas son mujeres como Yomira.
Es en ese contexto que Naciones Unidas desarrolla el Programa conjunto “Retorno y reintegración: acciones de reintegración esenciales para la construcción de la paz en El Salvador” financiado por el Fondo para la Consolidación de la Paz (PBF, por sus siglas en inglés). Como parte de esta iniciativa, además de ofrecer apoyo psicosocial para la reincorporación de las personas retornadas a sus comunidades y al país, se ofrece certificación de conocimientos para los migrantes que han logrado trabajar fuera, adquirir conocimientos y experiencias, pero que no tienen un documento que respalden su experticia. También se ofrece certificaciones en gastronomía, habilidades para la vida y el trabajo con las que se ha llegado a 67 personas entre los 18-32 años, retornadas o en riesgo de migrar irregularmente.
Yomira fue una de las participantes que finalizó la certificación culinaria en La Libertad y se graduó en febrero de 2022. A sus 25 años había tenido ya experiencia de trabajo en diferentes empleos relacionados a la preparación de comida rápida, panadería y pastelería, en los que notó un talento por terminar de descubrir y desarrollar. Así fue como se incorporó en este proceso.
“Aprovechen las oportunidades que se presenten en la vida. Estas no aparecen de todos los días. Es la primera vez que yo he escuchado de estos proyectos y la verdad me parece excelente porque es una oportunidad que no cualquiera la da”, reflexionó.
A través de la certificación en gastronomía avalada por la Universidad Francisco Gavidia (UFG) como socio académico y liderada por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés), que junto a OIM, UNICEF y ACNUR implementan el programa conjunto, Yomira pudo adquirir nuevos conocimientos en la preparación, higiene e inocuidad de los alimentos (garantizar que al comerlos no representen ningún riesgo para la salud), nutrición y atención al cliente. Todo esto le permitió mejorar sus habilidades profesionales. Además, aprendió sobre desarrollo personal, habilidades para la vida, emprendimiento, economía familiar, uso de transferencias de efectivo, salud mental, y salud sexual y reproductiva.
“Es una prioridad para WFP trabajar junto con las instituciones gubernamentales de El Salvador, la academia y el sector privado, especialmente los restaurantes para crear oportunidades y cambiar la vida de la juventud al proveerles conocimientos y habilidades que les permiten encontrar oportunidades para mejorar sus ingresos, apoyar a sus familias, tener acceso a una alimentación saludable y contribuir a la mejora de la nutrición de la población. El sector privado es clave para proveer oportunidades laborales a la juventud, comprar alimentos producidos por agricultores salvadoreños y en asegurar que en sus restaurantes ofrecen platos saludables a sus clientes,” Riaz Lodhi, Representante y Director de País de WFP en El Salvador.
La certificación incluía un componente de inserción profesional de los jóvenes mediante prácticas laborales en el sector privado, gracias al cual Yomira logró ser contratada por un negocio de comida cerca del Puerto de La Libertad, una zona que se está desarrollando turísticamente debido a que el Gobierno de El Salvador impulsa ahí “Surf City” una de las principales apuestas económicas y turísticas del país.
Actualmente, a pesar de los retos que Yomira enfrenta, su percepción de la vida es diferente. Sus mayores motivaciones para construir un futuro en El Salvador ha sido el apoyo de su familia, y sus dos hijos de 9 y 3 años a quienes desea darles las mejores oportunidades de vida. Se ha reincorporado al sistema educativo nacional para concluir sus estudios de bachillerato. Además, en su nuevo plan de vida, espera seguir desarrollándose en el rubro de la cocina.
La historia de Yomira refleja la manera en la que el aprendizaje de nuevas habilidades y conocimientos permite a las personas contar con herramientas para optar a mejores oportunidades laborales. Para Yomira y su familia, esta experiencia fue única e inigualable. Ella reconoce que las clases le permitieron generar un cambio positivo en su vida y se siente feliz de haber sido parte del programa.
“Los beneficios que han podido tener los participantes con el programa es una mejora de su autoestima y su confianza. También les ha permitido creer en ellos mismos y poder optar a otras y mejores oportunidades de empleo, así como crear su propio plan de vida. Uno de los mayores impactos de las certificaciones en gastronomía del WFP ha sido generar una mayor esperanza para los y las participantes después de haber finalizado el proceso de formación técnica.” Camilo Nolasco, Coordinador de Ventanillas de Atención a Personas Migrantes, Dirección de Movilidad Humana y Atención a la Persona Migrante.