La distribución equitativa del agua y su uso eficiente en la producción de alimentos es clave para lograr el hambre cero
13 octubre 2023
Acceso a agua, fortalecemiento de pequeños agricultores en períodos de sequía y restauraración de zonas de recarga son algunos apoyos que da FAO al país.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) celebró el Día Mundial de la Alimentación (DMA) con el lema “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, que constituye un llamado a hacer consciencia sobre el papel clave que desempeña el recurso hídrico en los sistemas agroalimentarios, y para garantizar la seguridad alimentaria de todas las personas.
El agua es esencial para la vida en la Tierra. Es una fuerza motriz para las personas, las economías y la naturaleza, y está en la base de nuestra alimentación. De hecho, la agricultura representa el 72% de las extracciones mundiales de agua dulce. Sin embargo, el rápido crecimiento de la población mundial, la urbanización, el desarrollo económico y el cambio climático están poniendo los recursos hídricos del planeta bajo un estrés cada vez mayor. Al mismo tiempo, los recursos de agua dulce por persona han disminuido en las últimas décadas y la disponibilidad, y la calidad del agua se están deteriorando rápidamente debido a decenios de uso y gestión deficientes, sobreexplotación de aguas subterráneas, contaminación y cambio climático.
Actualmente, 2,400 millones de personas viven en países sometidos a estrés hídrico. Muchos de ellos son pequeños agricultores que luchan para satisfacer sus necesidades diarias, especialmente las mujeres, los pueblos indígenas, migrantes y refugiados. La competencia por este recurso inestimable está aumentando, a medida que la escasez de agua se convierte en una causa de conflicto cada vez mayor.
El Salvador se unió a la celebración del DMA a través del foro “El agua en los sistemas agroalimentarios”, en el que se abordaron temáticas como la vinculación entre agua y seguridad alimentaria, los ecosistemas de El Salvador y su importancia para la recarga hídrica, la agricultura de secano, la vigilancia de la calidad de agua y el tratamiento y almacenamiento a nivel domiciliar, con ponentes de FAO, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) – Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Ministerio de Salud (MINSAL), con participantes del Gobierno, la sociedad civil, academia y la comunidad internacional.
“Es hora de empezar a gestionar el agua de manera prudente. Necesitamos producir más alimentos y otros productos agrícolas esenciales con menos agua, mientras garantizamos que el agua se distribuya equitativamente, que se preserven nuestros sistemas alimentarios acuáticos y no dejar a nadie atrás”, dijo el representante de FAO en El Salvador, Diego Recalde.
La FAO promueve un enfoque intersectorial, holístico e integrado de la gestión de recursos hídricos teniendo en cuenta las interrelaciones de las aguas superficiales, las aguas subterráneas, la tierra, el suelo, los bosques, la pesca y los ecosistemas relacionados. Los agricultores, criadores de ganado, pescadores, acuicultores y silvicultores usan y gestionan el agua a diario, por lo que deben estar equipados con información, conocimientos, herramientas de gestión, incentivos y tecnologías adecuados, precisos y oportunos.
En El Salvador, la FAO está realizando diversas acciones, como dotar de acceso a agua para uso doméstico a casi 4,000 familias a través de la instalación de sistemas de captación de agua lluvia domiciliares y comunitarios por medio de la inversión del proyecto RECLIMA y de una alianza con MINSAL para la capacitación en las técnicas adecuadas para el tratamiento del líquido. Asimismo, de la promoción de medidas de adaptación y mitigación al cambio climático que contribuyen a la conservación del agua en los suelos, frenan la erosión y permiten a las y los productores agrícolas enfrentar de mejor manera los períodos prolongados de sequía que caracterizan el corredor seco. Esto se realiza bajo la metodología de Escuelas de Campo y la formación de líderes comunitarios, impactando a más de 46,000 productores a nivel nacional, la mayoría en la zona oriental.
FAO trabaja también un enfoque de restauración de ecosistemas con la participación de comunidades, municipalidades y pueblos indígenas para recuperar, en coordinación con MARN y otros socios, importantes zonas de recarga hídrica que abastecen a miles de familias a nivel nacional.
El DMA es también el aniversario de la FAO, la agencia especializada de Naciones Unidas que se formó hace 78 años para liderar el esfuerzo internacional para poner fin al hambre. Su objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todas las personas y, al mismo tiempo, garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y sana.
La institución tiene 195 miembros y desarrolla acciones en más de 130 países en todo el mundo. En El Salvador mantiene una estrecha relación de trabajo con el Gobierno y otros actores internacionales y locales para impulsar proyectos en cuatro ejes: una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medioambiente y una mejor vida. Esto significa promover sistemas agroalimentarios sostenibles para proporcionar dietas saludables para todas las personas, una agricultura sostenible y resiliente, sociedades rurales prósperas e inclusivas y la reducción de desigualdades.