Los sistemas de alerta temprana se nutren del conocimiento compartido
Representantes de varias instituciones y organizaciones centroamericanas y de Chile intercambiaron experiencias sobre monitoreo y vigilancia multi amenazas.
Los sistemas de alerta temprana pueden salvar miles de vidas y cientos de miles de millones de dólares. Su efectividad depende de que estén centrados en las personas y sus necesidades, y que se construyan teniendo en cuenta que enfrenamos amenazas múltiples. En pocas palabras, es la herramienta adecuada para realmente darle vida a la premisa de no dejar a nadie atrás. Es por ello que representantes de varias instituciones y organizaciones centroamericanas sostuvieron un encuentro de intercambio y aprendizaje sobre monitoreo y vigilancia multi amenaza con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED) de Chile. El objetivo de este intercambio es fortalecer la cooperación entre países y el aprendizaje común sobre la alerta temprana en la región.
La visita, organizada en el marco del Programa de Cooperación para América Central de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), y con el apoyo de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), mostró que tanto Chile como países de Centroamérica enfrentan desafíos similares en materia de gestión de riesgos, pero con particularidades propias. En ese sentido, SENAPRED compartió experiencias, conocimientos y buenas prácticas con Luis Amaya, director general de Protección Civil, Prevención u Mitigación de Desastres de El Salvador; Luis Tun Aguilar, del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala; Marino Protti, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica; y con Wilfried Strauch, coordinador del Centro de Asesoramiento de Tsunami para América Central (CATAC).
Entre los temas abordados se destacan aspectos cruciales para fortalecer los sistemas de alerta temprana y la preparación ante desastres, la necesidad de vincular la información de conocimiento del riesgo con el modelado y pronóstico, así como la implementación de protocolos nacionales para el monitoreo de fenómenos. Además, se resaltó la importancia de establecer redes de instrumentación efectivas y protocolos de comunicación ágiles para transmitir avisos tanto a la población como a las zonas potencialmente afectadas. También se destacó la necesidad de coordinar la comunicación de los avisos con las instituciones responsables y de desarrollar estrategias de respuesta basadas en datos y pronósticos precisos. La discusión e intercambio de estos temas se hace mucho más relevante ante la implementación de la iniciativa Alertas Tempranas para Todas las Personas (EW4All), impulsada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.
EW4All es un esfuerzo global para asegurar que todas las personas estén protegidas por sistemas de alerta temprana al 2027 y que busca reducir el impacto de los desastres y la vulnerabilidad de las comunidades mediante cuatro pilares: la mejora del conocimiento del riesgo (liderado por UNDRR); la detección, observación y monitoreo (liderado por la Organización Meteorológica Mundial); la difusión y comunicación de alertas (liderado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones), y la promoción de la preparación y la respuesta comunitaria (liderado por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja); además de fortalecer una mejor gobernanza. Esta iniciativa refleja un compromiso compartido de la comunidad internacional para proteger la vida y el bienestar de las personas frente a distintas amenazas. Los sistemas de alerta temprana multi amenaza son, además, una inversión rentable: una alerta con 24 horas de anticipación puede significar en una reducción de las pérdidas económicas ante un desastre de hasta un 30%.
Luis Doñas, encargado de Asuntos Internacionales y Cooperación de SENAPRED, destacó la oportunidad de detectar coincidencias para poder trabajar en el conocimiento mutuo. “Ese conocimiento recíproco evidentemente es el que buscamos, ya que nos permite identificar cómo, en conjunto los países, pero además dentro de nuestra institucionalidad multilateral y en conjunto con las Naciones Unidas, podemos efectivamente avanzar a soluciones más concretas en desafíos que ciertamente se están volviendo cada vez más apremiantes para la gestión y la reducción del riesgo”, dijo Doñas.
“Hemos mostrado mucho interés como país en institucionalizar un sistema que permita alertar a todas las personas, que no solamente va de paso con la iniciativa de EW4All, sino que permite también resolver cosas muy puntuales en el nivel comunal”, expresó por su parte Luis Alonso Amaya, Director General de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres de El Salvador.
Nahuel Arenas García, Jefe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) - Oficina regional para las Américas y el Caribe, enfatizó cómo el intercambio entre regiones es clave para una reducción del riesgo efectiva. “El intercambio de lecciones aprendidas entre América Central y Chile demuestra la importancia de la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular para avanzar y fortalecer los sistemas de alerta temprana multiamenaza”, dijo Arenas García.
Por su parte, la Coordinadora Residente de ONU Chile, María José Torres, enfatizó en que “uno de los mayores aprendizajes de los devastadores incendios que enfrentó Chile en 2023 y 2024 ha sido la confirmación de la relevancia de las medidas preventivas y los sistemas de alerta temprana. Estos sistemas salvan vidas, protegen hogares y reducen el impacto económico y ambiental de los desastres”. En ese sentido, destacó que “Chile, a través de su experiencia puede liderar el camino hacia un futuro más seguro, demostrando la importancia de la colaboración y el conocimiento compartido en la construcción de un mundo más resiliente. Para ello, cuenten con el apoyo continuo de las Naciones Unidas en Chile".
“Reducir la vulnerabilidad de las personas y comunidades ante desastres, a través de sistemas de alerta temprana y otras iniciativas que generen resiliencia, es no solo una necesidad humanitaria, sino un elemento importante del desarrollo, al evitar que millones de personas vuelvan a la pobreza por el impacto de los desastres en América Latina y El Caribe. Estos intercambios de experiencias fortalecen las estrategias de los países y son muy valiosos para poner en común conocimientos e inspirar acciones hacia esta dirección", afirmó, en tanto, Raúl Salazar, Coordinador Residente de las Naciones Unidas en El Salvador.
La agenda del intercambio incluyó discusiones sobre temas clave como la vinculación entre la información de riesgo, la implementación de protocolos de monitoreo y de alerta común, redes de instrumentación, comunicación de avisos a la población y preparación para la respuesta basada en datos y pronósticos. Se espera que los insumos generados durante estos dos días impulsen acciones concretas en los países participantes y fortalezcan la colaboración regional en materia de sistemas de alerta temprana, acciones anticipatorias y gestión del riesgo de desastres.