Con el fin de fortalecer las capacidades de las instituciones nacionales, promover el consumo responsable de alimentos y mejorar la seguridad alimentaria en comunidades vulnerables, las Naciones Unidas en El Salvador, el Ministerio de Salud y el despacho de la Primera Dama de la República lanzaron el proyecto "Incidencia para la transformación de los sistemas alimentarios sostenibles y sensibles a la nutrición en El Salvador".
El proyecto apoyará una de las prioridades definidas por el Gobierno de El Salvador que es abordar, con enfoque integral, los desafíos alimenticios y nutricionales. La estrategia a implementar da seguimiento a lo establecido la hoja de ruta definida por el Gobierno de El Salvador, con el apoyo del sistema de las Naciones Unidas, en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles realizada en el 2021 e incluye los siguientes componentes:
- Fortalecer la articulación y el diálogo para contar con políticas públicas y trabajo colaborativo en favor de la transformación de los sistemas alimentarios.
- Reforzar las capacidades de las familias rurales y urbanas de El Salvador para promover el consumo responsable y sostenible de alimentos, y para reducir la desnutrición y las enfermedades no transmisibles.
El proyecto también impulsará la formación y capacitación de las comunidades para mejorar la producción, distribución y consumo de alimentos saludables. También se impulsará educación nutricional y se apoyará a las familias con formación y transferencias económicas para a fomentar una producción agrícola sostenible. Además, incluye una intervención territorial en Conchagua, departamento de La Unión, donde habitan 37,000 personas, y que forma parte del llamado “Corredor Seco”, una zona árida y con pocos periodos de lluvia, lo cual implica desafíos complejos para la producción de alimentos y la nutrición.
Transformar los sistemas alimentarios y hacerlos sostenibles significa cambiar la forma en que producimos, distribuimos y consumimos los alimentos para que todas las personas tengan acceso a comida suficiente, nutritiva y de calidad, sin dañar el planeta. Esto implica usar métodos de cultivo que protejan el suelo y el agua, reducir el desperdicio de comida, asegurar que los pequeños productores puedan vivir de su trabajo y prepararnos para enfrentar problemas como el cambio climático. En pocas palabras, se trata de garantizar que haya comida saludable para todos hoy y en el futuro, sin afectar los recursos naturales ni el bienestar de las próximas generaciones.
"Este proyecto es una muestra del compromiso de Naciones Unidas con el bienestar de la población salvadoreña. La transformación de los sistemas alimentarios no solo es clave para la salud y la nutrición, sino también para el desarrollo económico y social del país. Cuando aseguramos el acceso a alimentos saludables y sostenibles, garantizamos un futuro más justo y equitativo para todos", destacó Raúl Salazar, Coordinador Residente de Naciones Unidas en El Salvador.
Esta iniciativa tendrá una duración de 12 meses y es un esfuerzo conjunto de la FAO, FIDA, OPS/OMS, PMA y UNICEF, en apoyo al trabajo del Gobierno de El Salvador en el tema y cuenta con recursos del Fondo Conjunto de Naciones Unidas para los ODS. La implementación se realizará en estrecha coordinación con el Ministerio de Salud, el despacho de la Primera Dama de la República y otras instituciones gubernamentales, garantizando que las acciones sean sostenibles y replicables en otras comunidades con necesidades similares.
El proyecto forma parte del compromiso de Naciones Unidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial con el ODS 2 (Hambre Cero), ODS 3 (Salud y bienestar) y ODS 10 (Reducción de desigualdades). Con esta iniciativa, se espera contribuir a la reducción de la malnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles, promoviendo hábitos alimenticios saludables y sostenibles, con especial énfasis en las poblaciones en situación de vulnerabilidad.