UNICEF inicia conversatorios digitales: “Imaginando El Salvador post pandemia“

Hace dos años, cuando UNICEF presentó la propuesta denominada "Invertir en nuestros niños: un norte común" enfatizaba que no invertir en la niñez en sus primeros años de vida aumentaba las probabilidades de una vida escolar poco provechosa y por consiguiente una precaria inserción laboral, un magro crecimiento económico y unas finanzas públicas débiles.

En 2020, en medio de esta crisis sanitaria internacional causada por el COVID-19, tenemos un panorama económico, social y fiscal diferente al esperado, es por ello que UNICEF propone a la sociedad salvadoreña comenzar a imaginar cómo será El Salvador después de la pandemia y reafirmar la validez de los planteamientos recogidos en la propuesta "Invertir en nuestros niños: un norte común": la importancia de colocar a las niñas y niños en el centro de las políticas públicas, también en la respuesta a esta crisis sanitaria.

En este contexto, el especialista de políticas públicas de UNICEF, Jimmy Vásquez, planteó a través de un Facebook Live que para construir un "nuevo nosotros" es necesario hacer el ejercicio de imaginar el país en perspectiva.

Vásquez apunta que este rediseño de país debe partir de lo que somos y de nuestras capacidades humanas: "el pivote que nos debe unir en el ejercicio de imaginarnos un nuevo nosotros no es el miedo, sino la capacidad de dar salida a un futuro mucho más brillante para nuestras hijas e hijos".

“Las niñas y niños son un eje que nos permite imaginar un futuro de forma colectiva y alcanzar consensos para construirlo. Los niños y niñas han sido a lo largo de la historia en momentos de inflexión como las guerras -incluida la guerra civil salvadoreña, el punto de encuentro de todos los salvadoreños. El Salvador goza de un bono demográfico hasta el 2040; y, hoy en día, los hogares con más privaciones y en situación de pobreza en el país son aquellos con niñas, niños y adolescentes”, destacó Vásquez.

Asimismo, indicó que El Salvador podría convertirse en un modelo de cómo superar esta crisis por tratarse de un país pequeño, con una población en su mayoría joven y con la posibilidad de invertir desde ahora en la infancia: "no se puede olvidar que quienes harán los pagos de las erogaciones que tenemos que hacer hoy en día, necesitan tener ciertas competencias para insertarse laboralmente en un mundo automatizado y cambiante". Según el especialista, para un país como El Salvador, el reto no es el aplanamiento de dos curvas (las principales que acaparan la discusión), sino de tres:

• La curva sanitaria - epidemiológica;
• La de recesión económica y caída de ingresos, y
• la social - fiscal intergeneracional.

“El aplanamiento de la curva social-intergeneracional es fundamental para nuestro país” afirmó el especialista. “Es indiscutible que hacerle frente a la pandemia requiere de un esfuerzo presupuestario de magnitudes desconocidas. Para muchos países en América Latina, incluyendo El Salvador, conlleva la búsqueda de liquidez a través de mayores niveles de endeudamiento, que intergeneracionalmente, puede llegar a impactar en menores niveles de inversión social en los siguientes años. Anticiparse a esto, es fundamental para El Salvador, cuya principal riqueza son sus niñas y niños más pequeños”

De ahí que, se revalida la idea de que la mejor política económica es la política social: "la política social debe crear la cohesión que el encierro nos ha hecho perder por la cuarentena. Debemos pensar en el tejido social productivo, pero también en los trabajadores y trabajadoras ya que 1 de cada 2 de ellos (entre 25 y 50 años) tiene al menos un niño, niña o adolescente a su cargo. Por esto, la reactivación económica solo pasa por la reactivación de los sistemas educativos y de cuido".   

Imaginando El Salvador post pandemia es una serie de conversatorios que UNICEF El Salvador inicia y que contará con la participación de especialistas nacionales e internacionales para dar luz sobre cómo alcanzar el modelo que podríamos llegar a ser y, sobre todo, como apunta Vásquez: "considerando que en el mundo de las políticas públicas no hay decisiones neutras en términos del impacto que pueden tener en el bienestar de los niños y niñas. Todo lo que decidamos ahora va a tener un impacto sobre la población entre 0 y 24 años, que representará el 63% de la fuerza productiva del 2040".

UNICEF/Rosarlin Hernández