Coordinadora Residente en presentación del estudio "La desaparición forzada en el contexto del conflicto armado de El Salvador: una primera aproximación al fenómeno"
La desaparición forzada es uno de los crímenes más hirientes para la humanidad.
- Estimadas y estimados representantes y familiares de las víctimas de violaciones a los derechos humanos en el conflicto armado.
- Honorable Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Armando Pineda.
- Honorable Ministra de Desarrollo Local, Sra. María Ofelia Navarretes y señores representantes de las instituciones del Gobierno de El Salvador.
- Honorable Embajador de Chile en El Salvador, Dr. José Renato Sepúlveda.
- Estimado Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición de las Naciones Unidas, Sr. Fabián Salvioli
- Estimada Comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Sra. Antonia Urrejola
- Estimado Representante Regional de OACNUDH para Centroamérica, Sr. Alberto Brunori
- Estimado Presidente de la Comisión Nacional de Búsqueda de personas adultas (CONABÚSQUEDA), Pbro. Manuel Acosta
- Estimadas señoras y estimados señores representantes del cuerpo diplomático acreditado en El Salvador
- Estimadas y estimados representantes organizaciones no gubernamentales, activistas de derechos humanos y de iglesias.
- Estimadas y estimados rectores de universidades y representantes del sector académico del país
- Estimadas señoras y estimados señores de la prensa
- Estimadas y estimados señores y señoras
Quiero agradecer a la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Adultas Desaparecidas en el contexto del Conflicto Armado en El Salvador (CONABÚSQUEDA), por invitarme a la presentación de esta importante publicación.
La desaparición forzada es uno de los crímenes más hirientes para la humanidad. No sólo por el hecho criminal privando de libertad a las personas sin ninguna razón legal, por la negación de dar a conocer su paradero y las circunstancias, como torturas y maltratos, que rodean su abrupta desaparición, sino también por cuanto afecta a todas las áreas de la vida de sus familiares, no hablar del dolor que causa.
Aunque, como indica el estudio, la desaparición forzada como práctica represiva del Estado comenzó a ser utilizada de forma sistemática desde mediados de los setenta del siglo pasado, y se consolidó durante el conflicto armado, es importante reafirmar que no se trata de un hecho de hace tres o cuatro décadas, sino es una dolorosa realidad que sigue presente, y que golpeó y continúa golpeando a numerosas familias en el país.
La desaparición forzada es un crimen continuado porque los familiares y personas cercanas siempre albergan una esperanza de volver a encontrarse con la persona desaparecida mientras no se esclarece su paradero. Y mantienen en su mente preguntas sobre qué ocurrió con ellos, a la vez de tener que resolver asuntos muy prácticos de sus vidas que surgen de la ausencia.
Desde el lado de los que tienen la obligación de investigar y sancionar actos de desaparición forzada, el crimen tiene carácter continuado porque el encubrimiento que implica, la omisión de cumplir con sus obligaciones por parte de las estructuras del Estado encargadas de la época, sigue, permanece en el tiempo, hasta que no se averigüe la verdad de lo qué pasó, se transmite esta información a los familiares, se lleve a la justicia los autores del crimen y se rapare a las víctimas y a sus familiares. Que estos crímenes pueden seguir ocurriendo hoy, en un contexto nuevo, por cierto, también significa que las medidas para garantizar la no repetición requieren ser fortalecidas, repensadas.
Como indica el estudio “La mentira institucionalizada, la negación de los hechos y el ocultamiento de la detención o de los restos de la persona por las autoridades es otro agravante”.
Esta actitud de negación que continua el crimen hasta en nuestros días hace que los tiempos que necesita una sociedad para reponerse después de un conflicto de ese índole se prolonga y pasa a las generaciones siguientes. Es de mi propia experiencia que estuve en El Salvador y luego en Guatemala siendo muy joven cuando se publicaron los Informes de la Comisión de la verdad y Esclarecimiento Histórico, y veo hoy, de mucha más edad, los hijos y nietos al lado de sus padres y abuelos que no han cesado en la búsqueda de la verdad sobre sus seres queridos. Se daña la sociedad por décadas y generaciones por estos hechos y por eso hay que insistir y exigir en que se esclarezcan. Escuché decir que todo pasa, pero el pasado no. El pasado está por quedarse y no se puede mirar para adelante sin enfrentarlo.
Se ha logrado mucho en el curso de los ultimas décadas, normas internacionales y mecanismos de protección que han provocado que los Estados anclen la prohibición de la DF en sus leyes y crean por su parte mecanismos institucionales, pero todo ello requiere para ser exitoso la lucha por la memoria, por la justicia y por la reparación de las víctimas. Por eso es hoy este informe tan importante y es parte de la lucha que Ustedes, los familiares han emprendido para seguir la búsqueda y para dejar la memoria viva de los que han perdido.
Las Naciones Unidas han acompañado el proceso de la salida del conflicto armado hacia una sociedad más democrática mas respetuosa de los derechos humanos y abierta al desarrollo humano, y hoy seguimos con ustedes, todavía respaldando contenidos de los Acuerdos de Paz cuya parte fue la Comision de la Verdad.
Una de sus recomendaciones expresaba la importancia de lograr la reconciliación de la sociedad. Para alcanzar esta meta, expresaba el informe, es necesario considerar las consecuencias que se derivan del conocimiento de la verdad, como satisfacer los requerimientos de justicia, la sanción de los responsables y la reparación de las víctimas y de sus familiares.
Este 30 de agosto estaremos conmemorando el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Este fue declarado el 21 de diciembre de 2010, cuando la Asamblea General expresó su preocupación por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, y por el creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidación padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas desaparecidas.
Este Día busca llamar la atención en la importancia de proteger a las personas ante esta grave violación a los derechos humanos, y mover a los Estados para prevenir que esto ocurra y responder a las víctimas.
En este año, el Secretario General, António Guterres se une a este llamado “En virtud del derecho internacional de los derechos humanos -afirma el Secretario General en su mensaje por el Día-, las familias y las sociedades tienen derecho a conocer la verdad sobre lo ocurrido. Hago un llamamiento a los Estados Miembros a asumir esta responsabilidad”.
En ese sentido, exhortó a los Estados a que ratifiquen la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas y a que acepten la competencia del Comité para examinar denuncias individuales como un primer paso crucial hacia la eliminación de este crimen atroz.
Pueden contar con el Sistema de las Naciones Unidas para contribuir en estos esfuerzos. Seguiremos trabajando para fortalecer iniciativas de justicia transicional y memoria. Al respecto, reitero la importancia de este estudio y que falta para sentar bases para que esta y otras graves violaciones a los derechos humanos no se repitan nunca más en la historia de El Salvador.
Muchas gracias.