Acuerdo ACNUR, El Salvador resalta compromiso de protección para desplazados internos

Un acuerdo firmado esta semana que oficializa la presencia del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados en El Salvador, resalta el compromiso tanto del gobierno como de las Naciones Unidas por abordar el fenómeno del desplazamiento interno que continúa afectando a miles de personas en el país.

En la primera mitad del año, ACNUR en coordinación con sus socios en El Salvador ha brindado atención a más de 13,000 personas desplazadas internamente y/o en riesgo de desplazamiento forzado debido a extorsiones, amenazas y otras afectaciones causadas principalmente por las pandillas. De acuerdo con cifras oficiales, alrededor de 71,500 personas fueron desplazadas internamente en el país centroamericano entre 2006 y 2016.

Esta situación de violencia continúa, habiéndose desplazado a principios de septiembre al menos seis familias que, amenazadas por las pandillas en el departamento de Sonsonate, se vieron forzadas a huir. En seguimiento a estos hechos, ACNUR continúa monitoreando la situación de estas familias en coordinación con la Dirección Nacional de Atención a Víctimas y Migración Forzada.

Estos sucesos reconfirman la necesidad de avanzar en la reglamentación e implementación de los mecanismos de protección y respuesta contemplados en la ley salvadoreña sobre desplazamiento interno, la cual fue aprobada este año, y destacan la urgente necesidad de realizar un nuevo estudio que determine cuántas personas se encuentran desplazadas internamente en El Salvador en la actualidad. Estos datos permitirán diseñar políticas públicas y respuestas adecuadas para la situación que vive el país.

El Salvador actualmente ostenta la Presidencia Pro Témpore del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), un mecanismo innovador en Centroamérica y México que, en coordinación con todos los sectores sociales, busca fortalecer los sistemas de protección y la promoción de soluciones duraderas para las personas desplazadas forzosamente — que al día de hoy ha afligido a casi 1 millón de centroamericanos — y sus comunidades de acogida. Desde el 2017, el MIRPS se ha posicionado como la aplicación regional del Pacto Mundial sobre los Refugiados, que busca abordar de manera integral el desplazamiento forzado en el mundo.