Informe sobre Desarrollo Humano 2016
No solo el de unas pocas ni tampoco el de la mayoría, sino el de todas las vidas de cada rincón del planeta— ahora y en el futuro. Esta dimensión universal es lo que confiere al enfoque de desarrollo humano su singularidad.
Sin embargo, una cosa es el principio de universalismo y otra, muy distinta, llevarlo a la práctica. Durante el último cuarto de siglo se ha observado un impresionante progreso en muchos ámbitos del desarrollo humano: la población es más longeva, hay más personas que salen de la pobreza extrema y menos que sufren malnutrición. El desarrollo humano ha enriquecido las vidas humanas, aunque lamentablemente no siempre en la misma medida y, lo que es aún peor, no todas las vidas.
Es por ese motivo —y no por casualidad— por el que los dirigentes mundiales se comprometieron en 2015 a emprender un proceso de desarrollo que no deje a nadie atrás, una premisa fundamental de la Agenda 2030. Con esta aspiración universal, resulta oportuno que el presente Informe sobre Desarrollo Humano 2016 esté dedicado al tema del desarrollo humano para todas las personas.
Aunque, en promedio, todas las regiones han avanzado considerablemente en desarrollo humano entre 1990 y 2015, una de cada tres personas aun vive en contextos de desarrollo bajo.
Los países desarrollados también enfrentan los problemas de la pobreza y la exclusión, más de 300 millones de sus ciudadanos y ciudadanas viven en pobreza relativa, más de un tercio de los cuales son menores de edad.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2016 señala que en casi todos los países, diversos grupos de personas experimentan desafíos y exclusión en diferentes áreas, a la vez. Mujeres, niñas, poblaciones rurales, personas indígenas, minorías étnicas, personas que vive con dispacacidades, migrantes, refugiados y la comunidad LGBTI se encuentran entre estos grupos que son sistemática excluidos a través de barreras que no son puramente económicas, sino también políticas, sociales y culturales.
El reporte también remarca la importancia de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible para ampliar y consolidar los avances, haciendo énfasis en el hecho de que sus Objetivos y el enfoque de desarrollo humano se refuerzan mutuamente.